Entrevista completa de Miren Etxezarreta en La Sexta TV
La economista y experta en pensiones recuerda en Más Vale Tarde que España «es un país que tiene desde hace cuarenta años prácticamente cuatro millones de parados permanentemente», por lo que no ve lógico pedir a la gente que trabaje más allá de los 67 años
Miren Etxezarreta, economista y experta en pensiones, ha valorado la propuesta del Ejecutivo para la reforma de las pensiones que tiene que ver con el «envejecimiento activo» y que entre otras cosas plantea desincentivar la jubilación anticipada y, por el contrario, ofrecer incentivos a la jubilación demorada. La especialista considera que esto es «irrealista», porque no tienen en cuenta las condiciones del mercado de trabajo, «tan precario y tan dado a tener en cuenta solo el beneficio inmediato», y se pregunta qué empresas estarían dispuestas a mantener una fuerza de trabajo envejecida.
Además, ha puntualizado que estas iniciativas podrían suponer una gran división de los pensionistas: «Habrá algunos que puedan seguir trabajando y otros que no». Como ejemplo pone el profesorado, que suele trabajar hasta los 70 aunque no haya incentivos, frente a personas que trabajan físicamente y que, como es de esperar, tienen «cuerpos y cabezas gastadas».
Con todo, Etxezarreta defiende que «no tiene ningún sentido que un país que tiene dese hace cuarenta años prácticamente cuatro millones de parados permanentemente esté pidiendo que la gente siga trabajando a pesar de tener 67 años«. «No tiene ningún sentido que la gente tenga que seguir trabajando en las condiciones que tenemos de población laboral y de un mercado de trabajo que no tiene suficientes empleos para la gente joven que tiene que empezar a vivir una vida de personas adultas», ha insistido.
Denuncia pérdidas en el dinero de la pensión para quienes prolonguen la jubilación
La economista también ha señalado que, al hacer el cálculo de cuánto puede perder un pensionista por seguir trabajando, «las cantidades son fuertes, de hasta 200 euros al año». Por ello, remarca su argumento: «Este afán de hacer trabajar a mayores en un país que no tiene nada más que parados y muchos parados, no tiene sentido realmente».