«El empresario español es muy limitado y torpe»

«El empresario español es muy limitado y torpe»

Entrevista con Serafí del Arco para OnEconomics. Fotos de Irene Vilà, 4 de febrero de 2024.

La economista Miren Etxezarreta Zubizarreta (Ordizia, Guipúzcoa,1936) conserva la energía intelectual y el pensamiento crítico que han caracterizado su dilatada y prolífica trayectoria, en la que la lucha contra las desigualdades y la confrontación del sistema capitalista han sido su propósito de vida. Máster y doctora en Economía por la London School of Economics y doctora en Economía Aplicada por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), donde fue profesora desde 1974 hasta 2006, y activista. Sigue participando en diversos movimientos sociales, y en particular en el Seminario de Economía Crítica Taifa, dedicado a promover la crítica de la economía convencional, la formación de economistas jóvenes y la divulgación crítica de temas económicos de actualidad. A Etxezarreta siempre le había preocupado que haya pobres y ricos, «pero el aprendizaje universitario no me proporcionó ningún resultado a esa búsqueda mía hasta que di con la economía marxista; fue la que me abrió los ojos para entender la realidad».

¿Aún se considera marxista? ¿Cómo definiría hoy el marxismo?
Sí, me considero una economista marxista, que critica al marxismo, también. Es buscar un poco lo que está pasando en la sociedad con las raíces profundamente afincadas en un tema de clase social, la división de la sociedad en clases. Esta división en clases, en los que unos tienen riqueza y propiedades y otros no, es lo que estructura la sociedad en la que vivimos desde hace mucho tiempo.

¿Qué críticas le hace?
El mayor peligro del marxismo ha sido la Unión Soviética, que llevó completamente a congelar el marxismo en torno a cosas que no eran ni marxistas, pero que le convenían a la Unión Soviética. Pero afortunadamente hay un movimiento de renovación fuerte del marxismo, con el cual no lo comparto todo, pero creo que está volviendo un poco a la raíz del marxismo.

¿Dónde y en qué ve esta renovación?
Hay todo un movimiento por recopilar todo el trabajo de Marx y Engels. Está MEGA, por ejemplo, que es un amplísimo y ambiciosísimo proyecto de recopilar toda la obra de Marx que llevan a cabo diversas universidades, desde la Rusia soviética a las actuales, en Alemania y otros países. Un autor importante marxista es Anwar Shaikh, un economista pakistaní pero que trabaja desde hace muchos años en la New School de Nueva York. También está toda la obra de David Harvey… Hay tanto en EE.UU. como en Europa un movimiento que está volviendo a intentar rascar para buscar el fondo de las cosas en lugar de quedarse un poco en toda la osificación del marxismo que supuso la economía marxista oficial. El poder estropea las cosas y así sucedió en la Unión Soviética por los intereses que tenía.

¿Pero ve alguna traducción en políticas o propuestas económicas? 
Ah, no, cuidado, una cosa es que el pensamiento vaya por un lado y otra cosa son las políticas económicas. Todo ese movimiento renovador no tiene absolutamente ninguna fuerza política. La fuerza política que tiene son núcleos pequeños, débiles, minoritarios. Pero así como después de la Segunda Guerra Mundial, hubo una vinculación entre teorías y política económica, con el keynesianismo y el intervencionismo público; ahora no existe nada de eso. Ya se ve que en la política económica real todo es todavía neoliberalismo y un neoliberalismo fuerte, incluso el keynesianismo ya no está de moda. En España, por ejemplo, lo más aproximado a una política mínimamente, y subrayo mínimamente, progresista sería Podemos y algo menos, Sumar. Hoy en día el pensamiento crítico y el pensamiento alternativo están lejísimos del poder. El neoliberalismo ha conseguido que se abandone completamente toda pretensión ni siquiera de buena voluntad.

Justamente ahora todas las políticas pospandemia sí han sido de corte keynesiano, ¿no?
Han sido keynesianas, sí, pero piensa que ya están el BCE y la Reserva Federal diciendo que hay que volver a la austeridad, que no vayamos a tener la ilusión de poder gastar dinero público sin controles. Yo creo que no les quedó más remedio que aplicar dichas políticas porque era una desesperación. Pero hay algunos autores, incluso del mainstream, como Piketty, que defienden el keynesianismo.

El capitalismo ya no tiene, como en los años sesenta y setenta, la capacidad de permitir mejoras a las clases trabajadoras. Los salarios y la economía del bienestar se están recortando

Parece que el capitalismo goza de mejor salud que nunca.
Pues no lo sé. Yo creo que el capitalismo está en una situación que ya no saben muy bien qué hacer. Encuentro que está en un abanico en el que, por un lado, está mejor que nunca, porque el capital está cada vez más concentrado, en menos manos y más poderosas. Ahora la concentración del capital es brutal. Pero, por otro lado, está teniendo tantos problemas que también está bamboleándose. La pandemia fue algo especial, de acuerdo, no les quedó más remedio que gastar dinero y todavía dura. El capitalismo está en una situación muy inestable, pero también muy poderosa. Pero lo que sí sé es que ya no tiene, como en los años sesenta y setenta, la capacidad de permitir mejoras a las clases trabajadoras. Si te fijas en la evolución de los salarios y de la economía del bienestar, cada vez se van recortando más. Es verdad que cada vez somos más viejos y necesitamos más recursos, pero también está la pobreza infantil, la inmigración… Así como hubo años en los que crecía lo suficiente como para poder dar un poquito de bienestar, no mucho, a las clases trabajadoras, ahora tiene grandes dificultades para hacer eso.

¿Por qué cree que ocurre?
Porque no tiene suficiente excedente para dar lo que quieren los accionistas y los muy ricos, como los protagonistas del informe de Oxfam de Davos. Son unas cifras que son incluso difíciles de asumir, porque aparecen unas cantidades de riqueza que son impensables. Bueno, excedente genera, pero otra cosa es cómo se reparte. 

Pero el capitalismo y la globalización han permitido que disminuya la desigualdad global y que muchos países prosperen y salgan de la pobreza.
Sí, como en China, por ejemplo. Pero no lo suficiente para la cantidad de excedente que los ricos necesitan seguir acumulando mientras persisten las dificultades que tienen otros. El sistema no distribuye lo que haría falta distribuir para que la gente estuviera medianamente tranquila.

¿Qué haría usted? ¿Cuál es su modelo? Es crítica también con la socialdemocracia…
No, no, la socialdemocracia no ha resuelto los temas. Yo no tengo un modelo, yo vuelvo a Marx, a la sociedad de los productores asociados. O sea, montar una sociedad donde el objetivo de la producción y el objetivo de la riqueza sea cubrir las necesidades de la población. ¿Y si invirtiéramos completamente el planteamiento económico y empezáramos a hacer una planificación sobre lo que necesitamos para una población de 8.000 millones de habitantes? Y a partir de ahí preguntarnos cómo vamos a producir eso, cuánta comida o cuántas viviendas necesitamos… Yo creo que habría posibilidades, lo que pasa es que se tendría que planificar, pero eso es algo que las empresas ya hacen y mucho, que no nos engañen. Y operar de forma que no hubiera esas diferencias brutales entre las personas, entre los trabajadores y los trabajadores que dirigen a los trabajadores. 

¿Y si invirtiéramos el planteamiento económico y empezáramos a hacer una planificación sobre lo que necesitamos como población? Las empresas planifican y mucho

Suena utópico
Sí, claro. ¿Pero acaso no suena utópico que el capitalismo conduce al bienestar para la gente? Utopía por utopía, prefiero la utopía de la sociedad de productores asociados que la sociedad capitalista donde Elon Musk y sus amigos tienen el poder y la riqueza que tienen, porque la riqueza lleva al poder.

Usted fue muy crítica a mediados de los noventa con el Tratado de Maastricht, para entrar a formar parte del euro, porque los criterios que había que cumplir eran todos monetarios y no se tenía en cuenta las diferencias sociales entre los distintos países. ¿Cree que ha sido un mal negocio para España, formar parte del euro?
Es difícil responder a eso. No ha sido un buen negocio para los españoles, para la población. Hay mucha gente que no lo está pasando bien, mucha gente de clase media sí, pero hay mucha gente que es pobre y lo está pasando mal. Pero, por otro lado, tampoco había mucha solución de quedarse fuera, ¿qué hubiera hecho España fuera de la Unión Europea? Probablemente hubiera quedado muy marginada también. Quizás fue una de las pocas vías que tenía el capitalismo español de sobrevivir, y está sobreviviendo por lo menos parecido a los demás países europeos. Vistos los resultados, ahora no me atrevo a decir que fuera tan desastroso como lo veía antes; pero insisto, distinguiendo mucho entre España y los españoles.

No sabemos qué hubiera pasado en caso de no formar parte del euro.
Claro. Hay que partir de la base, que cada día se nos olvida más porque estamos muy triunfalistas, de que España lleva siglos siendo un país pobre. Desde los Reyes Católicos, cuando ya cayó un poco todo el triunfo de América y demás, España ha sido un país pobre, tanto en renta per cápita como en inversiones y en estructura productiva. Y por lo tanto, es como un atleta que siempre va en tercera línea, quiere llegar a la cabeza de la carrera pero no llega. Aún estamos en segunda o tercera línea de la UE; no nos hagamos ilusiones de que porque Macron y Alemania nos hacen un poco más de caso, ya hemos llegado, no. Tenemos que sudar mucho aún.

España lleva siglos siendo un país pobre, tanto en renta per cápita como en inversiones y en estructura productiva, aún estamos en segunda o tercera línea de la UE

¿Por qué tras cuatro décadas de España en lo que hoy es la UE, y con las ayudas recibidas a través de los distintos fondos europeos, seguimos por debajo en estructura productiva y en productividad?
Mucho tiene que ver con nuestra historia: somos pobres y es muy difícil subir escalones y especialmente con una enorme competencia de los países europeos. Y después, yo tengo muy mala imagen del empresariado español. Independientemente de que me caiga mejor o peor por razones ideológicas, yo creo que el empresario español es un empresario muy limitado y torpe. Cuando dicen que hay una falta de formación profesional, digo sí, en los empresarios. Los empresarios españoles no son innovadores, hay algunos que sí, pero siempre ha sido un empresario de bajar salarios y bajar impuestos, nada más. Pero en capacidad de innovación, como parece que está mejorando ahora, creo que es bastante torpe. 

¿Formación y productividad cree usted que son los principales retos de la economía española?
Si queremos seguir por la línea que estamos, probablemente, sean estos los retos. Pero si queremos ir hacia una sociedad diferente, que la quiere poca gente, tendríamos que ir por otro lado, como he explicado antes: a por un profundo efecto distribuidor, pero bien hecho. Yo no me creo que la educación lo arregla todo, yo he vivido años de educación y creo que no arregla tanto las cosas. Indudablemente, una población bien educada es más productiva que una población menos educada, pero ¿qué es estar bien educada? Yo creo que hace falta también una organización empresarial diferente, donde la gente esté más motivada, donde la distribución fuera un poco más justa, incluso le iría bien a la productividad. Hace falta formación, también de los empresarios, por supuesto que inviertan y también un aparato público mucho más eficiente. El aparato público en España es bastante poco eficiente. Yo soy una gran defensora del sector público y seguiré defendiéndole con uñas y dientes, pero a pesar de todo, creo que se podría hacer mucho mejor. Aun así, es mucho menos eficiente lo privado que lo público. 

¿De veras? ¿Qué incentivos tiene el sector público?
Depende del tipo de incentivos. Cuando se han querido verdaderamente hacer las cosas bien, las hace el sector público. Hay una autora, Ellen Meiksins Wood, fallecida en 2016, que explica muy bien todo el esfuerzo que hizo Estados Unidos para llegar a la Luna, por ejemplo. O Mariana Mazzucato, que demuestra que el sector público es la organización más emprendedora y la que asume inversiones de mayor riesgo, incluso a favor de las grandes empresas tecnológicas nacidas en EE.UU. 

¿De verdad no cree que hay buenos empresarios? Seguro que encuentra dos o tres que pueda decirme que lo están haciendo medianamente bien.
Lo hacen bien para ellos, seguro, no tengo duda al respecto. Sí me creo lo de la gota que cae hacia abajo y entonces cuando ellos aumentan su riqueza, pues un poquito cae a la gente; pero no me creo que tenga nada que ver con que lo hacen para la sociedad. No me creo que el aumento de riqueza de un país suponga que los empresarios han hecho nada por la gente, lo han hecho para sus intereses. Está permitido que lo hagan, vale. 

Hace muchos años que estudia y trabaja en defensa de las pensiones públicas. ¿Por qué es tan crítica con este debate y qué propone?
Dentro de todo lo malo que pueda ser, pienso que el mejor sistema es el de reparto. Por mucha diferencia. Por eso soy crítica contra todo el intento de privatizar la Seguridad Social, que es lo quieren hacer. Si se organiza bien, no tiene por qué haber un problema financiero de la Seguridad Social. Y de momento no lo hay y se va trampeando de una manera o de otra. 

Para mantener el sistema público de pensiones, ¡no importa nada cuánta gente trabaje, depende de lo que producen!

Pero la tasa de dependencia de las pensiones, que es cuántos cotizantes se necesitan por cada pensionista, no deja de caer y ahora con los babyboomers…
Eso es un disparate. Es uno de los argumentos más erróneos de la economía. ¡No importa nada cuánta gente trabaje, depende de lo que producen! En la sociedad española de los cincuenta la mitad de la población trabajaba en la agricultura y la gente pasaba hambre. Y ahora no sabemos qué hacer con todo lo que nos sobra. Caro o barato, ya lo discutiremos, pero sobra producción agraria. Cada vez que menciona alguien ese argumento me pone enferma. ¿Por qué no se habla de lo que produce cada trabajador? En China han disminuido 80 millones de trabajadores y ha aumentado la producción no sé cuánto. Es la productividad, aunque a mí me gusta más hablar de estructura productiva. Primero, no hay por qué pensar en los babyboomers… porque hay más producción en España que en otras épocas, crecemos y exportamos, luego tenemos más. Segundo, creo que detrás de todo el tema de la “crisis» de las pensiones, está la necesidad del capital financiero. Los más de 100.000 millones que “cuesta” cada año la Seguridad Social es un montón de dinero. Si eso pasase por el cauce de la banca financiera, se acabaría el problema. Hay un esfuerzo brutal por privatizar las pensiones. Y en eso me vas a permitir que haga un grito de atención a la última reforma, porque Escrivá, que es muy listo y sutil, se ha inventado un sistema de privatización de pensiones que para mí es de los más peligrosos que han inventado hasta ahora, que son las pensiones de empresa. Ha inventado un sistema que realmente permite que se puedan privatizar las pensiones a mucha mayor velocidad y en mayor cantidad que lo habían hecho hasta ahora. Hasta ahora, la privatización de las pensiones era cuando una persona individualmente hacía una pensión privada, pero ahora no, ahora un comité de empresa en un convenio puede firmar que todas las pensiones de aquella empresa se privaticen y eso ha sido un golpe maestro brutal.

Pero se trata de un complemento a la pensión pública.
En Euskadi, que es donde se inventó este sistema, está pasando que como ya hay mucha gente que tiene ese complemento, primero la gente ya no reivindica tanto. Y segundo, aunque reivindique, cuando ya tienes un 80% o 90% de la población que tiene unas pensiones privadas que no son tan malas, lo que no van a hacer es reivindicar las públicas. Creo que la gente no se ha dado cuenta de la perversión de este sistema.

¿Dejaría entonces el sistema de reparto como está?
Sí, porque en la privatización de las pensiones, aparte del beneficio que va a suponer para el capital privado, hay otro tema conjunto: ¿cómo le sigues tú la pista al capital financiero? Supongamos que tuviéramos un millón de euros para invertir mañana y lo invertimos con todas las garantías, pasado mañana ya no sabemos dónde está. A mí me parece que es gravísimo perder toda la pista.

¿Podría ser un sistema de capitalización, no de reparto, pero en manos públicas, como el superfondo soberano de Noruega, por ejemplo?
Podría ser, pero con mucho más control de lo público por la ciudadanía. Cuidado con lo público, pero aun así tiene muchas más posibilidades de manejar las cosas que lo privado. ¿Quién le dice al BBVA o a La Caixa lo que hacer con el dinero? Con lo público, no hay mucha fuerza, pero como detrás hay votos… ¿Por qué las pensiones no están tan mal ahora? Porque hay 10 millones de pensionistas que votan, clarísimamente.

Conferència telemàtica sobre pensions públiques de la Coordinadora balear per la defensa de les pensions públiques

Enregistrament íntegre de la conferència telemàtica sobre pensions públiques, convocada per la Coordinadora balear per la defensa de les pensions públiques, amb la participació de l’economista Miren Etxezarreta i l’advocat laboralista Miquel Arenas, el 28 de març de 2021 Su intervención empeiza en el minuto 41:07. .

“Para garantizar el futuro de las pensiones públicas solo veo la lucha social, la reivindicación, no hay otra”

Entrevista con la economista crítica Miren Etxezarreta para jotabePRESS (Juanjo Basterra), publicada el 10 de julio de 2021.

“El acuerdo simplemente es una vuelta de tuerca más en un proceso de privatización de las pensiones que se inició ya hace mucho tiempo”

“El objetivo es potenciar las pensiones privadas, que es lo que le interesa al capital financiero global”

“Escrivá está encantado con el modelo de EPSV de Euskadi del PNV, que es la privatización desde las empresas”

“Los sindicatos que aceptan las EPSV, lo digo abiertamente, son también cómplices de la privatización de las pensiones”

“Los capitales del sistema privado de pensiones en la bolsa es lo más arriesgado que hay, sobre todo, para la gente modesta”

“Los jóvenes tienen que aprender a luchar por sus derechos. Y tendrían que empezar a juntar la lucha por sus derecho al trabajo, que no sé si debe de ser un derecho, con su derecho a la pensión pública”

Miren Etxezarreta, Doctora en Economía por la London School of Economics, Reino y por la Universidad Autónoma de Barcelona, analiza en esta entrevista el acuerdo sobre la reforma de las pensiones entre el Gobierno español, los sindicatos CCOO y UGT y la patronal del pasado 1 de julio. A su juicio, pone de relieve que “es una vuelta de tuerca más en un proceso de privatización de las pensiones que se inició ya hace mucho tiempo”. Llama a la “lucha social” para garantizar las pensiones públicas y recuerda que el modelo de Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) de la CAV (Euskadi) es un sistema privado y acusa a los sindicatos de sostenerlo. Y pide a los jóvenes “que aprendan a luchar por sus derechos” y “vincular su derecho al trabajo con una pensión pública”.

¿Qué te parece el acuerdo que han firmado de pensiones, aunque todavía el texto definitivo no se sabe?

No se sabe. A mi me parece que simplemente una vuelta de tuerca más en un proceso de privatización de las pensiones que se inició ya hace mucho tiempo. No es nada más que uno más, lo que pasa es que había expectativas por eso del Gobierno de coalición (“el más progresista de la historia”), pero realmente la línea directiva de todas estas medidas es la misma de siempre, me parece.

Hay algunos “caramelos” como se dan a los niños para engañarles y que acepten cosas. No sé si en parte para que lo acepten los sindicatos lo aprueben. Pero creo que los sindicatos están jugando un papel muy, muy, muy peligroso.

¿Por qué dices eso?

Porque realmente van a aceptar algo que nos supone prácticamente ninguna ventaja. Sin embargo, van a firmar elementos que suponen graves desventajas para los pensionistas.

¿Puedes decir cuáles son esas graves desventajas?

Por ejemplo, una, el aumento de la edad de jubilación. Ahora lo venden como voluntaria. ¿Será voluntaria? Van a ofrecer un bono a los que sigan trabajando. A mi me parece que eso es gravísimo, porque va a suponer la división del movimiento. Puede haber pensionistas que necesiten o quieran seguir trabajando y otros que no. Entonces, la reivindicación muy importante que ha sido siempre la de mantener la edad de jubilación queda destruida. Ese sería un punto que me parece muy serio.

Y otro punto que me parece gravísimo la disposición que van a hacer en la segunda etapa, no en este primer acuerdo firmado al inicio de mes, de ampliar los planes de empresa, que me parece que es directamente avanzar hacia la privatización de las pensiones. Me parece gravísimo.

Es también duro el deterioro de las jubilaciones anticipadas. Muchísima gente se hubiera quedado en la calle, sino hubiera tenido una jubilación anticipada. La mayor parte de la gente que opta por una jubilación anticipada es porque cierran la empresa, les echan o por un convenio quedan de acuerdo con esas jubilaciones. Y entonces ahora resulta que va a ser mucho más duro para el pensionista, no para el que hace la jubilación anticipada.

Esta mañana La Caixa ha anunciado que va a jubilar a la gente con 52 años. Supongo que durante unos años pagará La Caixa pero, de todas formas, no deja de ser una jubilación anticipada, que va a suponer probablemente, aunque no está claro cómo van a hacerlo, unas pensiones de jubilación al cabo de unos años peores. ¿Para quién? Para los pensionistas, no para La Caixa.

Hay una serie de medidas que me parecen muy negativas para los pensionistas, que son los trabajadores de hoy, y que parece están siendo aceptadas por los sindicatos. Bajo la premisa de que la actualización ya va a ser el IPC, que ya era antes de la reforma de pensiones del PP, hemos dado marcha atrás. ¿Hemos mejorado un poco? Sí, pero marcha atrás.

Los datos que te estoy dando son una serie de los aspectos que a mi me parecen más preocupantes, más negativos. Me parece que es un ‘engañabobos’.

¿He leído también que se elevará hasta 35 años el periodo de cálculo de las pensiones?

Eso es lo que esperan hacer en la segunda parte. En la primera, se hace todo lo que hemos comentado, lo que firmaron el 1 de julio. Y se espera que en el año 2022 se va a hacer todo lo demás, entre ello estará lo del paso de 25 a 35 años el periodo para calcular las pensiones. Es decir, son vueltas de tuerca para que cada vez las pensiones públicas sean menores.

La realidad es que la subida del IPC en una pensión de 600 euros o por debajo del SMI, no mejoraría las cuentas de una o un pensionista, porque es muy baja.

Aunque den un porcentaje en relación con la inflación, de todas formas, no es una mejora de pensiones. En todo caso, sería un mantenimiento, suponiendo que el IPC cuenta de verdad lo que pasa. Pero no sería más que un mantenimiento. Pero eso sirve de excusa a la opinión pública, los medios de comunicación y los sindicatos para presentar la reforma como un triunfo fuerte de este Gobierno de coalición del ministro Escrivá.

Afortunadísimamente me parece que los pensionistas no se están dejando engañar. Porque estoy viendo, por un lado y otro, líneas que no se van a dejar dominar por esta reforma, pero eso no quiere decir que la reforma no sea lo que es.

Nos decían que había que aplicar la Carta Social Europea, para que las pensiones, igual que el SMI, fueran, al menos, el 60% de la mediana del salario. ¿En qué queda todo?

Ya, pero todas esas cosas sabes tu que son la letra de los documentos, que luego se pueden modelar un poco como les convengan. Dirán que ya lo harán el año que viene, a lo mejor. Como lo van a hacer en estas dos etapas, también camuflan más fácil: primero este año, que es más fácil, les damos el ‘caramelo’ por delante del IPC, que a mi no me parece un ‘caramelo’, aunque ellos lo presentan así, y el año que viene vamos a hacer la segunda etapa.

¿Es evidente que el sistema público de pensiones está en un filo?

El objetivo fundamental de toda esta operación, que empezó en 1973 en Chile con el dictador Pinochet, es ir disminuyendo las pensiones públicas hasta que todos aquellos trabajadores que tengan un poquito de dinero entren en una pensión privada. El objetivo es potenciar las pensiones privadas, que es lo que le interesa al capital financiero global. Ese es el contextos fundamental de toda la crisis de las pensiones, entre comillas.

Escrivá pone como ejemplo el modelo del sistema de las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) instaurado en Euskadi (CAV), ¿qué piensas?

Están encantados con el modelo de Euskadi. Está marcando el modelo que quieren hacer. Ese es el modelo. Es decir, que todos los trabajadores, una parte de dinero de la empresa, que ya se compensará con la subida salario menor, y otra parte, con el salario de los propios trabajadores, que hagan pensiones privadas. Hay una pregunta evidente, si eso hacen con las pensiones privadas, ¿por qué no han hecho eso mismo con las pensiones públicas? Es decir, porqué ese dinero tiene que estar gestionado por los entes privados, bancos privados y las compañías de seguro en lugar de haber hecho lo mismo gestionado por el sector público porque después de todas las crisis que hemos pasado no podrán decir que el sector público es menos eficiente que el sector privado.

Ya pero además Hacienda compensa con deducciones, reducciones… y quienes reducen son los que más invierten en pensiones privadas, es decir que beneficia a quienes más tienen.

Antes se podía hacer hasta 8.000 euros de deducción fiscal en la base imponible, que es bastante dinero, sobre todo para los que cobren mucho. Entonces, la gente, los pensionistas, protestaban y decían que son subvenciones que no tienen porqué existir, desgravaciones que no tienen porqué existir. Ahora Escrivá dice vamos a bajar hasta los 1.000 euros, pero con la otra mano lo que hace es decir y ahora podemos pasar las subvenciones de empresa, que van directamente a privatizar las pensiones, a 10.000 euros de desgravación. Si no quieres taza, taza y media. Y el ejemplo es Euskadi, ahí los sindicatos vascos deberían de ser bien agresivos ante esa medida.por lo que yo sé, ni los vascos, ni los españoles tiene tal agresividad.

Ya con la EPSV en Geroa, participan los sindicatos…

Sí, sí es que, por ejemplo, los últimos convenios que firmaron antes de la crisis, en los últimos años que trabajaba, ahora estoy jubiladísima, la miseria de aumento que teníamos los profesores, una parte importante de ese aumento iba directamente a un fondo de pensiones privado. Si decías que no querías, no había salida. Entonces, ya había empezado. Por eso digo yo que todo esto son nada más que vueltas de tuerca sobre el mismo tema. Porque piensa que detrás de esto, y no nos tiene que desanimar, no están ni el Gobierno vasco ni el Gobierno español, detrás de esto están los grandes poderes financieros, apoyados por ejemplo en este caso de la Unión Europea que le está pidiendo, en este caso, a España que resuelva el problema de pensiones. Eso quiere decir disminuir las pensiones públicas, no quiere decir otra cosa. El enemigo es muy, muy potente.

Aquí siempre se pone como excusa el Pacto de Toledo que se firmó en 1995, pero viendo los datos de Inverco, Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones, han multiplicado por diez el patrimonio que gestionan en pensiones.

Sí, pero les está pasando una cosa como en el Estado español las pensiones públicas no se han degradado tanto como en otros sitios, por ejemplo como en Inglaterra, y como tampoco los trabajadores no tienen mucho dinero para ahorrar, pues no se están haciendo muchas pensiones privadas. A pesar de que han aumentado mucho, pero no tanto como ellos querrían. Entonces, están atacando fuerte. Euskadi es la base de un ejemplo que ahora resulta que todos tenemos que hacer como en el País Vasco. Y lo de Escrivá es exactamente ese modelo.

Un modelo neoliberal totalmente.

Absolutamente privatizado, sí neoliberal totalmente. Sí, pero hay es donde pienso que tienen una tremenda responsabilidad los sindicatos que aceptan eso, que firman convenios con ese sistema de EPSV. El trabajador no se puede negar si hacen eso en la empresa. Porque firman un convenio.

¿Qué habría que decirles a los sindicatos para que no vayan por esa línea?

Lo digo abiertamente: que son cómplices de la privatización de las pensiones. No tengo ningún escrúpulo en decir lo que es verdad.

En ese preacuerdo, de lo poco que se ha conocido en su globalidad, se dice que se traslada el déficit de 22.000 millones al Estado.

Se ha conocido poco. Ese tema es positivo, si tenemos en cuenta que llevamos ya desde los Pactos de Toledo pagando ese dinero a cuenta del Estado. Por lo menos habría que pedir que se devolviera. Desde luego, que se frene eso no está mal. Se frena porque realmente ya está pagando ese dinero, porque el Estado está prestando dinero a la Seguridad Social y esto es un juego administrativo, porque piensa que la cuenta del Estado y la cuenta de la Seguridad Social, son dos libros de la misma propiedad. Realmente que le preste dinero, ya está pasando, y como está pasando, realmente está claro. En el fondo es una anotación contable. Mejor que haya eso que no haya. Ese dinero no podrán decir que es un déficit. Insisto en que es una anotación contable y eso que les está sirviendo a quienes están a favor de ese sistema para vender el sistema. Los regalos, que decía antes, son el ‘caramelo’ del IPC y todo este dinero.

Hasta 1995 las cuentas de la Seguridad Social y las del Estado estaban juntas. Entonces, había mucho superávit en la Seguridad Social, tanto que los empresarios no firmaron el pacto de 1995, porque decían que había que rebajar las cotizaciones porque entraba demasiado dinero. Algunos ya decían que no estaba mal lo de separar las cuentas, pero claro estos temas vienen de lejos, y separar las cuentas era como el prólogo. Así cuando salieran mal las cuentas de la Seguridad Social se dijera que no hay dinero para las pensiones.

Para mi hay un tema de fondo, ¿por qué las pensiones se tienen que pagar sólo con las cotizaciones? El fondo del debate es ese, porque todos los gastos públicos en un estado se pagan con impuestos. En el caso de las pensiones, se hace solo con cotizaciones, que ya son impuestos, pero son muy importantes y muy injustos. Pero, ¿solo con eso? A mi cuando el ejército empiecen a financiarlo los generales, los coroneles pues igual tendría que pensar que las pensiones las tienen que financiar los trabajadores. Pero ¿por qué todos los gastos públicos se tienen que financiar con impuestos, menos las pensiones? Está muy claro para mi, porque ese dinero es muy goloso para los entes financieros privados.

¿Se acabó el Fondo de Reserva?

Tuvimos alrededor de 70.000 millones y ha desaparecido. Es un punto muy importante, como es la vinculación del sistema de pensiones y el mercado de trabajo. Tal y como está el sistema español, que no es igual en otros países, en otros países europeos pagan los impuestos una parte, deja claro la relación directa entre el mercado de trabajo y las pensiones. Porque si el mercado de trabajo se deteriora, como se ha deteriorado desde los años setenta, claro, hay menos dinero para las pensiones y surge el problema del déficit de la Seguridad Social, porque cuando los salarios son bajos las pensiones es más difícil que suban. Porque hay una relación estrechísima entre el mercado de trabajo y las pensiones.

Entonces, si queremos reivindicar un sistema de pensiones decente, hay que empezar por vincular esa reivindicación con la de los salarios. Yo creo que el quid está en ver como se puede unir la reivindicación de un mercado laboral decente con la reivindicación de salarios, un mercado laboral decente con las pensiones.

Y esto nos lleva a ver ¿qué futuro les queda a los jóvenes con la mayor precariedad conocida y los bajos salarios?

Lo tienen muy mal, pero que espabilen. Creo que los jóvenes tienen un error, quizás se lo hemos inducido nosotros, es pensar que los derechos se ganan una vez y ya están ganados. Los derechos en el capitalismo no se ganan nunca, siempre intentan eliminarlos y, por lo tanto, hay que estar en reivindicación permanente. Y más en épocas como nos está tocando desde los años 70, 80 y después. Lo que hay que hacer es reivindicar y luchar, como hemos luchado los demás. No nos han regalado las pensiones, ni la sanidad, ni nos han regalado nada.

Los jóvenes tienen que aprender a luchar por sus derechos. Y tendrían que empezar a juntar la lucha por sus derecho al trabajo, que no sé si debe de ser un derecho, con su derecho a la pensión.

Hay otro punto que es el que me he referido antes es decir que estamos haciendo del trabajo, desde hace siglos ya, el eje central de la vida social, bueno el eje central de la vida prácticamente. Resulta que cada vez hay menos trabajo, porque cada vez la tecnología de la organización capitalista lo está llevando a que cada vez haya menos puestos de trabajo. Hasta ahora esto hacia que el trabajo fuese el medio por el cual se redistribuía la riqueza entre los más ricos y los pobres. Se distribuía muy mal, se redistribuye todavía muy mal, pero se distribuía, pero al no haber trabajo pues los jóvenes no tienen manera de que les llegue algo, entonces, habrá que inventar, y eso sí que les corresponde a los jóvenes, otras maneras de redistribuir lo que se produce socialmente, porque la riqueza se produce entre todos. Los jóvenes más lúcidos tendrían que ir buscando ya medios de distribuir la riqueza social que no fuera exclusivamente a través de tu pertenencia a un trabajo concreto. Porque va a haber muchos jóvenes que no van a trabajar nunca. Particularmente, mujeres por ejemplo. Fíjate en Estados Unidos ya hay millonarios que están hablando de la renta basica.

A eso iba, ¿La renta basica puede ser la solución?

Creo que tiene que haber distintas soluciones, y que la renta básica puede ser una parcela de la solución, una. En el capitalismo no hay soluciones milagro. No nos hagamos ilusiones, pero puede ser un camino para sustituir a la distribución por medio del trabajo. En el capitalismo como se distribuye por el trabajo, los que trabajan, reciben una parte y los que no trabajan, los que ponen el capital, reciben todos los beneficios. Si va desapareciendo la parte que va al trabajo, porque no lo hay, veo en el Estado español, por ejemplo, con la estructura económica que tenemos ahora ¿dónde diablos se va a emplear ese 40%? Como camareros es la única salida que les queda. Hay que buscar otra manera, la que sea.

Dentro del sistema están haciendo una cosa muy inteligente, como es mover la caridad. No sé si te das cuenta de la importancia que están dando al apoyo de Cáritas, la solidaridad vecinal, etc. A mi me parece muy bien que la gente seamos solidarias. Pero no me gusta nada que los derechos de la gente se muevan por la solidaridad entre las personas. Todo empalma. Es como un puzzle que tarda un poco en hacerse. Pero están haciéndolo muy hábil. En ese puzzle, la caridad está ocupando, cada vez más, un sitio mayor: que si maratones, partido de no sé qué, que si… en vez de derechos, caridad.

Se demuestra que con la pandemia y la crisis bestial que ha generado los más ricos, sin embargo, ganan más y los pobres son más pobres, lo dice Crèdit Suisse, la encuesta de Pobreza y Desigualdades sociales del Gobierno vasco de 2020 y otras más.

No solo el Gobierno Vasco, sino que ha salido también el banco suizo y otros, y en todos se ve un aumento de la concentración de la riqueza y el aumento de la desigualdad. En eso los millonarios más lúcidos ya se están empezando a preocupar. Este intento que han hecho ahora que las multinacionales globales paguen un 15%, tendría que hacernos reflexionar mucho más, porque eso quiere decir que el capitalismo necesita ese tipo de elementos y tendríamos que aprovechar nuestras bazas. No nos damos cuenta y estamos discutiendo si son galgos o podencos.

¿Qué salidas ves, si ves alguna, para hacer frente a esta pérdida de las pensiones?

Veo la lucha social, la reivindicación, no hay otra. Piensa que además tal y como están los partidos políticos, por ejemplo, no hay uno que tenga el programa y la fuerza suficiente para decir que ahora vamos a hacer tal cosa. Fíjate tu que los impuestos a las multinacionales son los propios gobiernos que están diciendo que hay que hacer. Son los gobiernos de los países más ricos del mundo, pero no la reivindicación popular.

Porque las reivindicaciones populares están muy apagadas, por cosas que no vienen al caso ahora, lo que hay que seguir revitalizando es el hecho de que mientras exista el capitalismo no queda más remedio, lo que hay que hacer en el fondo es eliminar el capitalismo, pero eso son palabras mayores.

¿Crees que se va a conseguir alguna vez?

Me gustaría, pero seguro que no lo veré, segurísimo.

Creo que yo, tampoco.

Es que piensa que en el capitalismo están llegando a un punto que no sé si se aguanta. Ya ves eso que te digo de los impuestos. Es sorprendente que los impuestos los monten los más ricos del mundo.

Sí, porque se están dando cuenta que entre ellos se están robando, también.

Y no te olvides de que está China al otro lado. Tienen miedo de China, particularmente Europa, claro, pero también están los Estados Unidos. Tenemos mucho que pensar..

La verdad es que esto de las pensiones, com9 afecta a tanta gente 6 siempre es recurrente, a partir de las pensiones cuelga todo, el mercado laboral, la propia economía.

La vinculación del mercado laboral y las pensiones es ciento por ciento.

Y la verdad es que apunta mal

Y, ¿el sistema privado tiene futuro?

El sistema privado es un desastre. Los capitales del sistema privado en la bolsa, es lo más arriesgado que hay, sobre todo, para la gente modesta. La gente que tiene un fondo de pensiones privado desde hace diez años, cada año vale menos el capital y además de ser enormemente arriesgado, piensa –no es lo mismo, claro– en las preferentes. La gente que tiene un fondo de pensiones privado cada día vale menos su pensión, el capital que tienen para las pensiones y además es carísimo, porque piensa que cada año cobran 1,5% de comisión los bancos por manejar tu dinero. Con ese 1,5% de comisión, si necesitas por lo menos 30 años para una pensión, es bastante dinero el que pierdes y que va a quienes gestionan tu dinero. Y, por otra parte, nos dicen que los beneficios que den esos capitales se juntarán a las pensiones. Si miras los datos desde el año 1995, por hablar del Pacto de Toledo. Desde entonces todos los años los beneficios de la pensiones son menores que la tasa de inflación. Luego, no te dan beneficio, o muy, muy poco.

En ningún caso las pensiones privadas son la solución. Lo digo en las charlas, es mejor comprar acciones directamente y correr el riesgo, que darle el dinero al banco para que manipule las acciones como le interesan a él.

http://sareantifaxista.blogspot.com/2021/07/miren-etxezarreta-doctora-en-economia.html

Què passa amb les pensions?

Article per a la revista Catàrsi de l’economista crítica Miren Etxezarreta, del 19 de novembre de 2020.

Què passa amb les pensions?

Ja fa diversos anys que el tema de les pensions està ocupant espais importants en els mitjans quan abans era un tema pràcticament inexistent. Què ha passat amb les pensions? Doncs que des de fa anys s’ha posat en qüestió el sistema de finançament de les pensions públiques.

a fa diversos anys que el tema de les pensions està ocupant espais importants en els mitjans quan abans era un tema pràcticament inexistent. Què ha passat amb les pensions? Que des de fa anys s’ha posat en qüestió el sistema de finançament de les pensions públiques. Cosa que ha donat lloc a un ampli debat.


En aquest debat és important el paper que juga el Pacte de Toledo. El Pacte és una Comissió oficial, multilateral, que es va establir el 1995 per a comentar i establir recomanacions sobre el tema al Congrés. El Pacte realitzaria una ronda cada cinc anys i així va ser més o menys fins a 2019, en què la pandèmia va obligar a interrompre el seu treball. El 2020 la Comissió ha reprès el seu treball i el 27 d’octubre va presentar el seu Informe amb recomanacions sobre l’actuació aconsellada pels integrants del Pacte, que després de ser debatut amb els agents socials (CEOE i dos sindicats), serà la base perquè el Congrés disposi la nova normativa sobre pensions.

Un gran nombre de pensionistes a l’Estat espanyol no accepten els termes així plantejats i porten anys reivindicant millores en les pensions públiques i afirmant la seva sostenibilitat, en una lluita permanent de gran vitalitat i originalitat amb la qual han generat una gran dinàmica reivindicativa. El debat és agre i està aferrissat i han passat moltes coses que no podem recollir aquí. Hi ha molts materials escrits sobre el tema i a ells remetem al lector interessat (per exemple, al llibre: El cuento de las pensiones, d’Editorial Icària).

En aquest article ens limitarem a comentar l’Informe que la Comissió va presentar el 27 d’octubre, recollint únicament les recomanacions que suposen canvis principals d’aquesta Ronda del Pacte de Toledo, donant per coneguda la situació de les pensions fins a aquest moment. És obvi que els comentaris només seran parcials.

És curiós que l’Informe provisional de la Comissió no permanent de seguiment i avaluació dels acords del Pacte de Toledo es presentés públicament no sols enmig del fort creixement d’afectats per la pandèmia sinó també just a la vigília de la presentació en el Congrés dels Pressupostos de l’Estat per a 2021, element essencial de la governabilitat del país i tema de grans discussions. Després de més de quatre anys de debats per presentar al Congrés, «van haver» de coincidir totes dues presentacions, la qual cosa, sens dubte, va conduir amb el fet que el debat sobre les pensions quedés bastant arraconat pel políticament més important dels Pressupostos i la preocupació per la pandèmia. Aquesta coincidència, que permet diluir la incidència del tema, no és molta casualitat?

Els assoliments

Gràcies a la lluita que els pensionistes porten des de fa diversos anys es pot constatar que en aquestes recomanacions s’han guanyat algunes batalles importants. Entre les més significatives, hi ha el reconeixement de la sostenibilitat de les pensions públiques i la seva revaloració segons l’IPC (revertint en part la reforma de 2013), així com la reducció del dèficit de la Seguretat Social (fins a 23.000 milions d’euros anuals), mitjançant l’assumpció dels costos de pensions no contributives per part del Pressupost de l’Estat.

Aquest últim aspecte que sembla podria resoldre el problema amb relativa facilitat és, no obstant això, fruit d’una separació de comptes molt arbitrària entre les de la Seguretat Social i el Pressupost públic. És molt probable que per raons comptables i polítiques sigui interessant la separació de comptes (que no es va establir fins al primer Pacte de Toledo de 1995), però això no ha de portar a considerar els dos ens com a antagònics, sinó que els dos són part de l’Estat. Realment tot consisteix a decidir en quin llibre s’apuntarà el saldo, però l’entitat de fons és la mateixa: l’Administració Pública. De totes maneres, pot ser útil diferenciar les despeses que no són estrictament de pensions, però que es carreguen a la Seguretat Social perquè proporciona un argument important en defensa de la sostenibilitat de les pensions.


Un element també important és la recomanació de triar els millors anys de cotització  per a cobrir els 25 anys necessaris per a tenir dret a una pensió. La qual cosa és un avantatge perquè, com ara hi ha molts pensionistes que en accedir a la pensió ja estaven parats, els últims anys baixen de nivell les pensions futures. Però això no compensa l’augment de 15 a 25 anys per a calcular la pensió que va establir la reforma de 2011, i que alguns assenyalen és el pas previ per a passar a computar per tota la vida laboral. Amb el mercat de treball existent fins ara —veure més a baix—, com seran els 25 anys del treballador? Podrà reunir 25 anys de cotitzacions en aquest context de contractes laborals molt curts?


Finalment, algunes recomanacions s’orienten cap a altres avantatges també d’interès, com les referents a augmentar el topall màxim de les pensions, augmentar la lluita contra el frau, revisar les cotitzacions i prestacions dels autònoms, el règim de viduïtat, etc.


És a dir, la lluita dels pensionistes ha estat necessària i útil, mostrant clarament que una actitud activa i enèrgica per part dels jubilats és principalment el que ha millorat alguns aspectes importants de les pensions.


Però falten molts altres aspectes que només es guanyaran continuant el treball per a aconseguir-los. Entre ells el principal és que no s’han derogat les reformes de 2011 (PSOE) i la del 2013 (PP), —aquesta entrà en actiu i mig congelada—, que és una de les peticions més importants dels pensionistes. Comentaré breument també sobre alguns altres aspectes importants. Però primer, vegem alguns punts més enllà del sistema de pensions estrictament, però que sens dubte hi impacten.

Els ancians i ancianes, els pensionistes, els vells i velles d’aquest país, no han tirat la tovallola, seguiran en la bretxa, i com sempre han treballat per una societat justa i harmoniosa per a tots


El mercat de treball


Per a parlar de les pensions en aquest país, amb un sistema de repartiment en el qual les cotitzacions dels treballadors en actiu paguen les prestacions dels jubilats, és imprescindible observar primer el mercat de treball. Fins i tot abans de la pandèmia, resulta que tenim un mercat de treball amb molt d’atur, una enorme inestabilitat i precarietat laboral, un alt percentatge de joves sense ocupació i moltes dificultats per a tenir ocupació pels majors de cinquanta anys; molts treballadors pobres i moltes famílies pobres, una proporció alta de la població treballant en els serveis poc qualificats, com el turisme, i en la construcció, i gairebé un milió (més després de la pandèmia) en què tots els membres de la família estan a l’atur. I un acomiadament barat, quan no gratis, pels contractes temporals i precaris. És a dir, un mercat de treball desastrós per als treballadors.


Si es mira al futur l’evolució no es presenta més atractiva. Molts comentaristes consideren que disminuirà molt la necessitat de treballadors i serà cada vegada més difícil tenir una ocupació; uns altres creuen que el treball continua sent necessari. Però, en qualsevol cas, es dibuixen formes de treball i d’explotar al treballador noves que no asseguren ni remotament els drets socials: cada vegada els treballadors estan sotmesos a relacionar-se amb els seus ocupadors a través de contractes mercantils que no suposen l’assalarització i no cobreixen en absolut els drets socials. Semblen pocs, però són cada vegada més: en algun informe sobre els Estats Units diuen que un terç de la força de treball segueix aquests sistemes, i a Espanya, diuen des de la UE, que un 12,50% de la força de treball ha passat ja per experiències d’aquest tipus. No es pot plantejar un pla per a les pensions, que per definició són a llarg termini, sense incloure totes aquestes consideracions. De les quals hem vist molt poc en l’Informe que es limita a considerar el concepte tradicional de l’assalariat i de l’autònom.


És en aquest context que cal situar les recomanacions que ha presentat la Comissió del Pacte de Toledo.


Números o principis?


Generalment en parlar de pensions per a veure si són sostenibles es debaten els números, però, encara que aquests també importin, és més rellevant discutir els principis que els números concrets. Primer, l’impositiu: En les societats modernes totes les despeses de l’Estat se satisfan per mitjà dels impostos —els de l’exèrcit i la defensa, el cost del sistema polític i judicial, l’educació, la sanitat, les infraestructures, la diplomàcia…— Per què no han de satisfer-se també els de les pensions si és necessari? Que ens expliquin perquè no tenen els mateixos drets que la resta de la ciutadania.


No hi ha motiu pel qual les despeses dels pensionistes no es cobreixin de la mateixa manera que els de la resta de la població. Per què les pensions s’han de cobrir només amb els impostos de la població activa (les cotitzacions són imposats als treballadors i, a més, injustos) i totes les altres despeses col·lectives es cobreixen amb impostos? De fet, això suposa un sistema fiscal extremadament esbiaixat on els treballadors en actiu a més dels impostos generals —IRPF, IVA, gasolina, uns altres— paguen cotitzacions a la Seguretat Social, que són els majors impostos del país, quan cap altra despesa es cobreix d’aquesta manera.


Aquest sistema els ve molt bé als qui cobren beneficis pel capital perquè no contribueixen més que amb les cotitzacions socials al sosteniment dels ancians. Els altres impostos, per exemple, l’impost de societats, no entren per a contribuir al finançament de les pensions Per què els impostos generals no han de contribuir al manteniment dels ancians? És una subvenció als beneficis i ho haurien d’aclarir.
A més, encara que la separació de pressupostos pot ser comptable i políticament és útil, no oblidem que la Seguretat Social i l’Estat és el mateix. Per què separar així els comptes de l’Estat i la Seguretat Social? La separació correspon principalment a precisar el compte en la qual s’apunten. Poc més. I si el pressupost de la Seguretat Social no és suficient hauria de cobrir-lo l’Estat. La solució no consisteix en el fet que l’Estat faci préstecs a la Seguretat Social, com està fent ara, perquè els préstecs cal pagar-los i això posa la Seguretat Social en mans de l’administració de l’Estat, sinó cobrir les prestacions necessàries, perquè és un dret de ciutadania. El manteniment dels ancians correspon al conjunt de la societat, no sols als treballadors en actiu. Són part de la ciutadania i s’han de mantenir com els altres aspectes de la despesa pública amb els impostos generals.


Segon, el distributiu: El tema de les pensions no és un aspecte de finançament sinó de la distribució de la renda d’un país. El problema no és que no hi ha diners, sinó com es distribueix, es reparteix els diners que hi ha. Pel sistema de pensions els jubilats participen de la riquesa social que van contribuir a crear. Per què es limita la seva participació al que és possible només amb les contribucions? Gràcies al sistema de pensions molts jubilats viuen decentment i ajuden a les seves famílies. Quan es diu que no hi ha diners per a les pensions públiques, es vol condemnar als ancians a la pobresa? Si les pensions no els permeten cobrir despeses com es mantindran? Podran sostenir-los els fills que avui necessiten ser ajudats pels seus pares? Si no hi ha diners per a les pensions no serà perquè els salaris dels quals cotitzen són massa baixos? Per què no hi ha diners per a les pensions i sí per a altres coses com l’OTAN, l’exèrcit, els bancs l’Església, etc.?Tercer, el ideològic: El tema de les pensions no es deu a les crisis (financera i pandèmia), ve de més antic. Sorgeix a Xile amb Pinochet, el 1973, aprofitant un context favorable al neoliberalisme. Prové de les grans institucions internacionals: FMI, UE, OCDE i dels poders financers, que volen obtenir beneficis amb els diners de les pensions.


A l’Estat espanyol, des de 1988 s’estan «reformant» les pensions, gairebé sempre per a disminuir-les. Gràcies a les potents lluites dels pensionistes s’han aconseguit les millores que hem assenyalat, però és poc més que tornar al que hi havia abans. Ara, l’Informe actual del Pacte de Toledo recomana algunes mesures perilloses per als pensionistes. Entre les quals destaquen: 1) la prolongació voluntària de l’edat de jubilació mitjançant incentius; 2) estímuls a les pensions privades d’empresa; 3) la reforma del sistema de cotització d’autònoms.


Prolongació voluntària de l’edat de jubilació mitjançant incentius econòmics


La Comissió assenyala explícitament que considera positiva la prolongació de la vida activa de la ciutadania. Sosté que és necessari incentivar la prolongació voluntària de la vida laboral més enllà de l’edat ordinària de jubilació. Semblen haver oblidat que hi ha cinc milions d’aturats, joves en la seva majoria.

El tema de l’anomenada crisi de les pensions públiques cal situar-lo en els interessos financers que volen aprofitar les grans masses de diners que es mouen amb les pensions per a obtenir més beneficis privats


Com anteriorment el fet d’augmentar l’edat de jubilació va ser motiu de moltes lluites, ara provaran de forma més subtil: introdueixen l’augment de l’edat de jubilació voluntària. Això vol dir introduir un incentiu econòmic per a què els treballadors continuïn treballant voluntàriament després de l’edat de jubilació. Però amb això ignoren totalment el caràcter del mercat de treball. Consideren que el treballador és lliure per a triar el que vol fer en el seu ús. Però dista molt en aquest cas. El treballador difícilment té aquesta llibertat quan es tanca o reestructura una empresa i l’única sortida és la jubilació anticipada o quan l’empresa acomiada al treballador o li força a marxar-se perquè li sembla major (trasllats, disminucions de categoria, «incentius» per a què se’n vagi). Cal tenir en compte que en el context en què vivim, un treballador de més de 45 anys sap que si perd la seva ocupació no tindrà una altra feina i en cas d’aconseguir-ho segurament és precari o temporal. Tot això ens porta a plantejar que si les pensions són baixes i no poden viure amb elles, on està la llibertat del pensionista, és realment «voluntari» el fet de continuar treballant?


Clarament, els que acceptin aquesta voluntarietat perden bastant diners. Si fem uns càlculs preliminars, sobre supòsits encara molt crus perquè no es coneix la proposta, resulta que si es proporciona un incentiu del 5% sobre la pensió a qui continuï treballant als 67 anys, si decideix treballar 5 anys més —fins als 72 anys—, amb una pensió de 1.000 euros al mes, el pensionista perd 3.366,6 euros a l’any any, (240,00 € al mes), si viu 20 anys més, o 4.684,61 euros a l’any (334,61 euros al mes) si viu només 15 anys més. Clar que llavors disposarà del salari pel seu treball, però perd respecte a la pensió. Per a no perdre hauria de viure fins als 89 anys o fins als 91, o l’incentiu sobre la pensió hauria de ser del 32% al 37%. Són xifres només molt aproximades, però per aquí van els càlculs.


Tot això suposa també dividir als pensionistes entre aquells que tindran pensions normals i els que les tindran més altes perquè treballen més anys, amb greus repercussions en el moviment reivindicatiu.


Un element que no ha quedat clar és la recomanació respecte als pensionistes amb discapacitat: per a aquests assenyalen la conveniència de permetre la compatibilitat entre jubilació i treball assalariat, la qual cosa ja és en si mateix difícil d’entendre, però temem que en l’Informe es percep també la direcció de futur per a tots els pensionistes:


«Cal introduir esquemes de major permeabilitat i convivència entre la
vida activa i passiva, que permetin i incrementin la coexistència de salari i pensió.
Resulta adequada, en la mateixa línia que altres països del nostre àmbit, una major
compatibilitat entre percepció de la pensió i percepció del salari per activitat
laboral, avui molt restringida i que no incentiva la continuïtat laboral».


Serà per a permetre que el Sr. Fainé prossegueixi en les seves tasques de direcció de CaixaBank encara que tingui més de 67 anys? Sembla còmic però, no serà més aviat que volen veure als treballadors espanyols ajudant a omplir les bosses a les caixes dels supermercats com passa als Estats Units? Si una persona ha treballat tota la seva vida, per què ha de continuar treballant en la seva jubilació? No és perquè la pensió no és suficient?

Estímul a les funcions privades d’empresa


El tema de l’anomenada crisi de les pensions públiques cal situar-lo en els interessos financers que volen aprofitar les grans masses de diners que es mouen amb les pensions per a obtenir més beneficis privats. Encara que avui no és l’objectiu d’aquest article, caldria comentar molt per sobre el desastre que són les pensions privades per als pensionistes (molt arriscades, amb pèrdues per la inflació i molt cares), però la Comissió les veu complementàries, com a molt positives. Cosa que vol dir que accepten que les pensions públiques no són suficients. Aquestes pensions «complementàries» consisteixen en què els pensionistes contractin plans de pensions privades amb les institucions financeres, privades també.


En les recomanacions de l’Informe sobre aquest tema només hi ha una novetat, però molt important i molt greu, ja que, seguint el model del Banc Mundial, s’aposta per impulsar la implantació efectiva de plans complementaris d’empresa, que «prioritàriament» hauran de ser sense ànim de lucre. Les pensions d’empresa consisteixen en un compromís de realitzar pensions privades per a tots els membres d’una empresa, si bé de nominació individual.


Segons el Banc Mundial el sistema ideal hauria de ser el del gràfic de sota (s’han afegit les fletxes que indiquen la direcció en què el Banc Mundial vol que evolucionin les pensions: les pensions públiques contributives haurien de disminuir i augmentar les del pilar privat obligatori):



Fins ara, per a estimular les pensions privades el Govern concedia una desgravació fiscal a l’IRPF que podia arribar fins als 8.000 euros anys a l’any a les persones que contractessin un Pla de pensions privat. Els pensionistes han discutit molt aquestes desgravacions, rebutjant-les. Actualment l’Informe recomana disminuir les desgravacions per pensions individuals (es preveu que del màxim de 8.000 a 2.000 euros), però… augmentaran els estímuls a les pensions col·lectives d’empresa (fins als 10.000 euros). Si no vols tassa, tassa i mitja!


Per als ens financers és molt convenient aconseguir que es realitzin pensions de grans empreses per a tota la plantilla en lloc de concloure un gran nombre de pòlisses individuals. Encara que els treballadors puguin renunciar a elles no sol ser freqüent perquè és administrativament i social complicat. Aquestes pensions privades d’empresa s’estableixen generalment a través de convenis col·lectius. És «curiós» que els empresaris no acostumin a oposar-s’hi, encara que posen el crit al cel si es fa cap referència a augmentar la cotització a la Seguretat Social D’altra banda, en aquests convenis, els sindicats tenen sempre un paper important. Quan els sindicats accepten aquesta pràctica es converteixen en còmplices de la privatització de les pensions (fa diversos anys que es troben signant convenis d’aquest sistema), i les desgravacions que recomana aquest Informe augmenten la seva importància. Es proposen els sindicats continuar estimulant les pensions privades? s’atreveixen a impulsar obertament la privatització de les pensions? Si tant els preocupa l’estalvi dels treballadors, per què signen per establir fons que depenen del capital financer? Perquè sí que hi ha alternatives: Podrien establir perfectament un sistema públic d’estalvi per als treballadors similar al que secunden amb els ens privats. Els ha convençut el neoliberalisme que sempre és millor el sector privat que el públic? És bastant trist contemplar als sindicats vinculats a la privatització d’un dret social tan important.

Com a pensionistes, començant pels propis interessos. Són persones ciutadanes com els altres i els seus drets s’han de finançar amb impostos si les contribucions no basten.

A més, fa bastanta por aquest paràgraf de l’Informe: «D’igual manera, hauran de millorar-se els beneficis fiscals de les aportacions realitzades a fons i plans de pensions, en la seva modalitat d’ocupació; en particular, establint estímuls fiscals addicionals en la regulació de l’impost de societats. A què es refereixen? Disminuirà la fiscalitat de les empreses amb esquemes de pensions privades? És de témer.
Així mateix la UE ha elaborat recentment el projecte PEPP: Proposta sobre un Projecte Paneuropeu de Pensions Individuals, dels quals pretén reunir fins a 700.000 milions d’euros de dipòsits i per al qual està disposat a participar en el pressupost amb sumes importants. Com diuen que no hi ha diners per a les pensions públiques, però estan disposats a donar suport a les privades?


Les pensions d’empresa vinculen al treballador a l’empresa, què passarà si es vol canviar d’empresa, perdrà la pensió privada? Segurament perquè això no succeeix, és possible que s’estigui preveient ja per al futur algun sistema que permeti al treballador emportar-se l’import acumulat i reforçar la privatització de les pensions juntament amb l’acomiadament més barat o gratis, a través de la fórmula denominada la motxilla austríaca, que sembla que afavoreixen importants membres del Govern i de la classe política i empresarial d’aquest país.


D’altra banda, si en un país no hi ha diners per a les pensions públiques, com n’hi ha per a les privades? Perquè la riquesa que es produeix al país és una, pública i/o privada, només un sistema econòmic fa que aparegui dividida. Això mostra amb claredat que el tema de les pensions és un tema de distribució de la renda, no de falta de recursos Per què hi ha diners per als quals posen els seus diners en els bancs i no per als que posen els seus diners en l’Estat?


Què tal una auditoria a fons dels comptes de la Seguretat Social amb agents socials per cada Ronda?


Hi ha molts més aspectes que es podrien comentar —l’interès a equilibrar el pressupost de la Seguretat Social per a 2023, l’enduriment de les jubilacions anticipades, la cotització i prestacions als autònoms, la revisió de les pensions per a les vídues, etc.— però les limitacions d’espai ho impedeixen.


A tall de conclusió


La lluita dels pensionistes ha aconseguit conquerir alguns elements importants. Això mostra que la lluita és necessària i és útil. Que es poden millorar les pensions. I, encara que no són ingenus respecte al que és l’Estat, tenen menys dubtes, esperen influir més en les decisions públiques que en els ens financers que gestionen les pensions privades.


El que suposa que cal continuar lluitant per les pensions i la societat que es desitja. Com a pensionistes, començant pels propis interessos. Són persones ciutadanes com els altres i els seus drets s’han de finançar amb impostos si les contribucions no basten. Les pensions les ha de finançar tota la societat i no sols els treballadors actius. D’una altra manera és una subvenció «oculta» al capital, que no paga pel manteniment dels pensionistes.


Però no es tracta de quedar-se aquí. Els processos socials no són irreversibles. I les relacions laborals estan experimentant enormes canvis que cal tenir en compte. Els pensionistes veuen i accepten la necessitat de modificar el discurs i els sistemes de drets socials —entre ells les pensions— i més en una època en la qual cada dia hi ha menys ocupació i és més precària. La pensió és un dret de ciutadania. Cal anar canviant de veure la pensió com un dret per haver treballat a plantejar-la com un dret de ciutadania. Però en una direcció molt diferent de la que planteja la Comissió del Pacte de Toledo. Cal modificar el sistema de pensions cap a un sistema públic, universal i no vinculat a l’exercici del treball. Existeixen diverses fórmules per a això.
Els pensionistes volen també ser partícips en totes les lluites per una societat justa i harmoniosa. Els ancians i ancianes, els pensionistes, els vells i velles d’aquest país, no han tirat la tovallola, seguiran en la bretxa, i com sempre han treballat per una societat justa i harmoniosa per a tots, es proposen continuar fent-ho.


Saben el que volen. Són grans, però no estan morts. Han estat sempre actius i ho continuaran sent. Ni la COVID-19 ni els Informes els impediran continuar lluitant per una societat justa i feliç per a tots.

Foto de portada: Flickr – Antonio Marin Segovia